¿ una cuestión de suerte ?
El Factor Suerte
Cada vez que he comentado con alguien el contenido de Riesgo bajo control de un blog sobre deportes de riesgo, y sobre como controlar, y minimizar los riesgos…sale el tema de la suerte. La buena o la mala suerte, de estar en el sitio equivocado en el momento equivocado – o en acertado , según sea el caso.
Cuando expongo mis teorías, mis reglas, sobre que “cada uno se construye, o es dueño de su suerte”, o que según la teoría de la hucha de Nacho, no hay deportistas con suerte o sin ella, sino deportistas con ahorros –con la hucha llena de recursos- o sin ellos; hay practicantes preparados para cualquier situación, y otros –desprevenidos- a los que todas las contingencias –las borrascas, las agujetas, el hambre, o las gafas rotas…- les pillan “con los pantalones bajados”.. los defensores de la “Suerte”, asienten , pero al final siempre objetan el “hecho aleatorio”, la casualidad contra la causalidad, el infortunio… y a veces hasta el mal de ojo, el gafe, y el destino.
Le hemos dado muchas vueltas al tema, y al final acabas en una zona turbia donde los razonamientos y la logica se mezcla con las creencias más trascendentales, la parapsicología, la superstición , el destino y otras cuestiones…que si que creo que son arriesgadas.
Ejemplo típico de quienes abogan por la participación de una instancia sobre natural en nuestras vidas: …”Imagina que vas por la calle, empieza a llover, y te refugias en una cafeteria en la que conoces a la mujer – o el hombre- de tu vida, que acaba siendo la madre de tus hijos….y además llegas tarde a coger el tren que descarrila y hay muchos heridos”; … vale. ¿y? ¿Podríamos aplicar los métodos y actitudes de prevención de riesgo?
En primer lugar la lluvia era y es predecible. Bastaba haber visto el pronóstico del tiempo en la radio, en Internet, en TV o en el periódico – y eso por no hablar de métodos propios como consultar el barómetro o mirar la formación y evolución de las nubes-; Luego, si sabes que va a llover, puedes salir con paraguas (sí , ese mismo, el de tu abuela!!!), o preparado con tu parka de gore-tex water-proof c de modo que… no necesites “refugiarte en una cafeteria”… con lo que nunca conocerás a ese hombre de tu vida , padre de tus hijos… ni te montarás en aquel tren….
Cada vez que he comentado con alguien el contenido de Riesgo bajo control de un blog sobre deportes de riesgo, y sobre como controlar, y minimizar los riesgos…sale el tema de la suerte. La buena o la mala suerte, de estar en el sitio equivocado en el momento equivocado – o en acertado , según sea el caso.
Cuando expongo mis teorías, mis reglas, sobre que “cada uno se construye, o es dueño de su suerte”, o que según la teoría de la hucha de Nacho, no hay deportistas con suerte o sin ella, sino deportistas con ahorros –con la hucha llena de recursos- o sin ellos; hay practicantes preparados para cualquier situación, y otros –desprevenidos- a los que todas las contingencias –las borrascas, las agujetas, el hambre, o las gafas rotas…- les pillan “con los pantalones bajados”.. los defensores de la “Suerte”, asienten , pero al final siempre objetan el “hecho aleatorio”, la casualidad contra la causalidad, el infortunio… y a veces hasta el mal de ojo, el gafe, y el destino.
Le hemos dado muchas vueltas al tema, y al final acabas en una zona turbia donde los razonamientos y la logica se mezcla con las creencias más trascendentales, la parapsicología, la superstición , el destino y otras cuestiones…que si que creo que son arriesgadas.
Ejemplo típico de quienes abogan por la participación de una instancia sobre natural en nuestras vidas: …”Imagina que vas por la calle, empieza a llover, y te refugias en una cafeteria en la que conoces a la mujer – o el hombre- de tu vida, que acaba siendo la madre de tus hijos….y además llegas tarde a coger el tren que descarrila y hay muchos heridos”; … vale. ¿y? ¿Podríamos aplicar los métodos y actitudes de prevención de riesgo?
En primer lugar la lluvia era y es predecible. Bastaba haber visto el pronóstico del tiempo en la radio, en Internet, en TV o en el periódico – y eso por no hablar de métodos propios como consultar el barómetro o mirar la formación y evolución de las nubes-; Luego, si sabes que va a llover, puedes salir con paraguas (sí , ese mismo, el de tu abuela!!!), o preparado con tu parka de gore-tex water-proof c de modo que… no necesites “refugiarte en una cafeteria”… con lo que nunca conocerás a ese hombre de tu vida , padre de tus hijos… ni te montarás en aquel tren….
¿Has roto tu destino por haber previsto que iba a llover? --- ¿estaba escrito –en las estrellas, en tu horóscopo, en las líneas de tu mano- que ibas a conocer a esa persona? … ¿quieres creer eso?... ¿y si es precisamente por haber cogido ese tren que descarrila que la persona que tu vida es el médico que te atiende en el puesto de primeros auxilios donde llevan a los heridos accidentados? … si te hubieras quedado en la cafetería con aquel desconocido/a no hubieras conocido a este o esta….. el árbol de posibilidades, de coincidencias y casualidades es infinito. Y creer en que ese destino estaba escrito es una opción libre, personal y legítima de cada uno.
Tanto vale creer que el destino de cada uno es predecible o anticipable –sea echando cartas del Tarot, consultando la carta austral , leyendo los posos del café o las líneas de la mano- como pensar que todo es completamente aleatorio y casual. Personalmente, y de acuerdo con mis experiencias, prefiero creer que La suerte se la hace cada uno;
Como decia Anthony Robbins “el encuentro de la preparación con la oportunidad genera una descendencia que llamamos suerte” . No es incompatible, el estar preparado con estar en el sitio adecuado en el buen momento , y que si no ni tan bueno –recuerda a Murphy y que donde y cuando menos te lo esperes puede pasar lo que menos te esperas- … mejor estar doblemente preparado (por ejemplo con tu Kit minimizador de riesgos, o la hucha repleta de recursos)
He escrito “prefiero creer” en cursiva, para subrayar que es una preferencia personal. Pero, y aquí viene lo jugoso, nuestras creencias condicionan nuestras actitudes. No es indiferente que yo crea que controlo mi “suerte” , o que son los signos del zodiaco los que lo hacen. Tenemos que ser coherentes con nosotros mismos: Si tu horóscopo –que lees con interés todos los días, pensando “a ver que me va a pasar…”- dice que los capricornios deben de tener cuidado con los accidentes deportivos, y que la luna llena del sábado y la influencia de Urano es yu-yu, y resulta que eres capricornio….mejor el fin de semana que viene te dedicas al sudoku o al bricolage casero. ¿Que eres de los que crees que los gatos negros traen mal fario, y hoy martes 13 se te ha cruzado uno al salir de casa ?…. Lagarto, lagarto… pues ni se te ocurra ir a coger olas, y de esquiar ni hablemos. Si crees que te va pasar algo malo, te acabará pasando, - hay quien cree que acabarás haciendo que te pase aunque no te fuera a pasar . Y entonces ya puedes echarle la culpa al gato, a la alineación de los planetas, a tu mala suerte, o… a mi por haber escrito estas líneas y hacerte creer dueño de tu destino.
Y no podía dejar de hablar de la suerte, sin mencionar los talismanes, los amuletos: Creo que todos , los que a veces nos la jugamos –porque nos apetece, o porque nos pone la adrenalina- somos un poco fetichistas. ...... pero eso será otro día.
Tanto vale creer que el destino de cada uno es predecible o anticipable –sea echando cartas del Tarot, consultando la carta austral , leyendo los posos del café o las líneas de la mano- como pensar que todo es completamente aleatorio y casual. Personalmente, y de acuerdo con mis experiencias, prefiero creer que La suerte se la hace cada uno;
Como decia Anthony Robbins “el encuentro de la preparación con la oportunidad genera una descendencia que llamamos suerte” . No es incompatible, el estar preparado con estar en el sitio adecuado en el buen momento , y que si no ni tan bueno –recuerda a Murphy y que donde y cuando menos te lo esperes puede pasar lo que menos te esperas- … mejor estar doblemente preparado (por ejemplo con tu Kit minimizador de riesgos, o la hucha repleta de recursos)
He escrito “prefiero creer” en cursiva, para subrayar que es una preferencia personal. Pero, y aquí viene lo jugoso, nuestras creencias condicionan nuestras actitudes. No es indiferente que yo crea que controlo mi “suerte” , o que son los signos del zodiaco los que lo hacen. Tenemos que ser coherentes con nosotros mismos: Si tu horóscopo –que lees con interés todos los días, pensando “a ver que me va a pasar…”- dice que los capricornios deben de tener cuidado con los accidentes deportivos, y que la luna llena del sábado y la influencia de Urano es yu-yu, y resulta que eres capricornio….mejor el fin de semana que viene te dedicas al sudoku o al bricolage casero. ¿Que eres de los que crees que los gatos negros traen mal fario, y hoy martes 13 se te ha cruzado uno al salir de casa ?…. Lagarto, lagarto… pues ni se te ocurra ir a coger olas, y de esquiar ni hablemos. Si crees que te va pasar algo malo, te acabará pasando, - hay quien cree que acabarás haciendo que te pase aunque no te fuera a pasar . Y entonces ya puedes echarle la culpa al gato, a la alineación de los planetas, a tu mala suerte, o… a mi por haber escrito estas líneas y hacerte creer dueño de tu destino.
Y no podía dejar de hablar de la suerte, sin mencionar los talismanes, los amuletos: Creo que todos , los que a veces nos la jugamos –porque nos apetece, o porque nos pone la adrenalina- somos un poco fetichistas. ...... pero eso será otro día.
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